vampiro

No hay remedio para la ansiedad como tener arroz y frijoles listos. Las únicas acciones ansiolíticas a las que tenían acceso mis abuelas. En caso de que se avecine una crisis hay que poner frijoles, por que al menos eso hay.

Es un Lunes muy Lunes. Al contrario de nosotros, mucha gente se levanta con ganas de trabajar y por lo tanto, empiezan a hacerte preguntas e invitarte a reuniones desde las 8:30 de la mañana. No es por ser prejuiciosa pero siempre son los que tienen hijos pequeños, porque ya han vivido como cuatro horas del día antes de que yo haya abierto un ojo y rodado hacia el suelo. Ya han resuelto problemas, mediado conflictos, lidiado con las instituciones. Yo a las 9 no se todavía quién soy.

El Sábado fui al cine a ver No Other Land. Lloré un montón, tal como lo esperaba. Fui al cine a llorar del cansancio, de la destrucción diaria de la esperanza. Está bien, a veces es así. Salí del cine en el sol cegador de la tarde como un vampiro, con dolor de cabeza. Ese mismo día la policía de inmigración arrestó a Mahmoud Khalil, un activista palestino que tiene residencia permanente legal en los EEUU. Será el primero de muchos, dice el presidente. Estuvo desaparecido durante 24 horas: ni su esposa embarazada de 8 meses, ni sus abogados, tenían idea de dónde lo habían llevado. No quiero entrar en detalles en nuestras cartas de amor, pero los dos sabemos para dónde va la cosa.