Ya me puse al día con Adolescencia pero hacerlo produjo un desbarajuste en mi rutina de la semana. El domingo 23 de marzo, como a las 10:30 pm se me ocurrió empezar a verla. Creo que me dejé atrapar por la sensación del “plano secuencia” y me fui rodando hasta las 2:30 am para llegar al final del cuarto episodio. Empecé esta semana con sueño y como dicen que el sueño no se recupera, pues eso, no me recuperé. Gran serie, tanto en forma como en contenido, ya Lena dio en el clavo con su reseña, no tengo nada más que agregar.
Pero sí necesito decir que me alegra haber dejado la adolescencia atrás (aunque la siento reciente). Esto me recuerda el comentario de Chaves sobre el pasado, lo de “solo tener planes para mi pasado”. Lo cual me trae a la mente eso del “futuro está detrás, el pasado adelante”, que proviene de la cosmovisión de la cultura aimara (pobladora del altiplano andino). De seguro reduzco el concepto, pero lo que entiendo es que el futuro está detrás en el sentido de que no existe, solo existe el presente y el pasado está delante porque es posible saber lo que pasó.
En fin, solo me acordé de eso, no hay mayor revelación o iluminación. O quizás por eso la adolescencia se me hace reciente, porque la puedo ver. En fin, esto me lleva a la contradicción de que ya estoy yendo a AGECO (Asociación Gerontológica de Costa Rica), supongo que no sé vivir en el presente y anhelo conocer el futuro. No se alarmen, es por casualidad, una amiga alquila un salón para sus clases de yoga y barré, entonces por eso voy. Pero igual, voy a AGECO, no consigo no verlo así.
No recuperar el sueño también está asociado a unes vecines de Turquía, pero eso se los cuento en la próxima.