Singer

Es así, una gorra. Por ejemplo, ayer tuvimos que organizar ida y vuelta de LaMenor al teatro. Es decir, llevarla y traerla. Si fuera un maecito solo habría que preguntarle a qué hora vuelve. Qué frustración. Ahora, andá a saber dónde sucede lo que cuenta el querido Mairal, suena a país nórdico. Imaginate al tico estándar que sube en cleta a las partes altas de Moravia, se detiene a admirar el valle y se tira a descansar en un potrero. Regresa a pie (descalzo, probablemente). 

Tengo 55 años, soy tico y mae. Básicamente crecí en la Edad de Piedra, a lo sumo en los estadios pastoriles de la Humanidad. Si bien le he dedicado no poco tiempo y mente al plano teórico de la depresión y la salud mental en general, tengo limitaciones serias para la aproximación práctica, para lo que en investigación conocemos como trabajo de campo. Pero sí sé callarme y escuchar, estoy al pie del cañón, my dearest, eso no lo dudés. Siempre que salta el tema me siento obligado a repetir esta gema: tengo depresión postparto, estoy deprimido desde que nací.

Qué genia con la máquina de coser delicada como un Stradivarius. Entré al enlace que pusiste, el de Iris van Herpen. Todo en ese territorio es enigmático y/o ajeno para mí, me pasa igual con la gastronomía (como parte del cerebro, tengo el paladar muerto). No es difícil asociar esta minusvalía con la Edad de Piedra que mencioné antes. Me doy cuenta también, as we speak, que en estos temas tengo un tic neoliberal, entiendo solo lo práctico, lo útil. ¡Qué horrible! Hoy no duermo.

Aprendí a coser de chamaco, sentado por horas al lado de mi abuela Carmen. Más que coser, a remendar, poner botones, zurcido para dummies. Ella cosía a mano pero también la primera máquina de escribir que vi en la vida, y la única del barrio, fue la Singer de mi abuela. Postrado en el mosaico, cerca de los pies con los que manejaba el pedal, me arrullaba el rumor rítmico de bobinas, agujas, engranajes, carruchas, prensatelas. No tengo memoria de ninguna conversación con ella. Hoy tengo clarísimo que debajo del mueble de madera de la Singer, cautivado por el pedaleo armónico de sus pies, empecé a escribir. 

beso