Te acompaño hasta el fin del mundo con el POR QUÉ, por qué para todo, por qué siempre. Que se joda quien lo recibe como impertinencia o soberbia o falta de respeto. La verdad es que a veces también los uso con esa intención.
Una noche de estas, en un barcito esquinero en barrio Luján, El Jarocho, desde la barra me esforzaba para poder seguir la conversación que tenían dos mujeres en una mesa del fondo. La batuta la llevaba una que no importaba si era afirmación, pregunta, oposición, todo lo que decía sonaba a una orden. Como si hablara agitando el dedo índice en el aire. Te dejo una frase de muestra de lo que conversaban, “¿ah, entonces al tuyo solo le pusieron la tobillera electrónica?”.
Ideas al tuntún: 1. Es imposible contemplar medusas por más de cinco minutos y no entrar en modo metafísico. 2. Leí esto de Flaubert, “Todo el sueño de la democracia es elevar al proletario al nivel de estupidez alcanzado por el burgués.””
Hoy es 8M, ¡QUEMEN TODO!