preguntas

Hoy empezó el primer cuatrimestre del 2025, mejor dicho regresé al trabajo. Por primera vez en la vida llegué al primer día de brete sin la sensación de no haber tenido suficientes vacaciones. ¿Debería preocuparme? ¿Es esta una señal ominosa?

También fui a ver esta versión de Nosferatu. Es bueno Eggers pero de las tres suyas que conozco esta queda en tercer lugar. Ojo esto que me contó una alumna hoy: las ratas son reales, ratas entrenadas. Sobre mi cadáver aceptaría, como actor, caminar entre doscientas ratas. Bueno, quién sabe, tengo precio como cualquier civil. Lo discutiría con Eggers.

Tremendo susto lo de la serpiente en el barrio de tu hermana. Ahora, ¿boa constrictor es especie endémica? ¿No será como los geckos que vinieron en las pacas de ropa usada gringa? Qué maravilla cuando al principio, en aquella época, les decían “tiendas gringo muerto”.

Hablando de víboras, espero que estés pasando de largo del debate político local. Debate es una palabra que le queda grande, la verdad. La  misma fórmula (claramente efectiva) de provocación chinchorrera facha de otros lugares que te revuelve el estómago. Señalar ahí me da pereza por la obviedad. En cambio, enciendo todos los días el motorcito de rencor hacia los progres que le abrieron la puerta a estos, me alcanza también para quienes se han acercado voluntariamente a este grupo infernal. Teneme paciencia, my dearest.

En fin.

Presto muchísima atención, ya sea cuando conversamos -digamos- analógicamente o por esta vía, a tus interrogantes sobre ¿quién soy?  ¿Escribo, pinto, miro en silencio? Sé por supuesto no esperás una respuesta. Desde hace un tiempo estoy dando vueltas en un texto, ensayito artesanal, alrededor no tanto de por qué leemos si no más bien de para quién leemos porque no me cierran las respuestas reflejo que tenemos para esa pregunta. Creo que tiene parentesco con tu inquietud.