Ya encontré ese poema que te gustaba y es malísimo. Dice:
De las que tiran la piedra y no les interesa esconder la mano. De las que no te convienen. De las que no saben lo que les conviene. De las que no se pueden tomar una cerveza, como una señorita. De las que ponen la cartera en el suelo. De las que ordenan por encimita. De las que se enamoran de otro en cualquier momento. De esas.
En fin, lo que escribimos es lo que fuimos, no?
Hace un poco más de una semana se me murió un amigo muy querido. Hoy estoy empacando para ir a Nueva York a pasar unos días ahí en la tristeza que se queda pegada en los lugares, pero también para ir a su funeral. Qué se pone uno para llorar en un supermercado, en un restaurante, frente a un cuadro en un museo? Empacar para estar triste tiene su propia lista.
Hace unas semanas me soñé que te morías vos, y en cuanto me desperté te mandé un mensaje amenazante. No te atrevás a morirte vos, infeliz. No me vayás a dejar sola en este mundo horrible. NI SE TE OCURRA. Dieta y ejercicio, no sé, ponéte las pilas.