de pie

Me quedé con la imagen de tu vecino con ropa formal parado en el techo. Pensé en aquella foto de una vaca quieta también sobre el techo de una casa en San Carlos o por ahí.

También con el dato de tu casa inclinada. Una torre de Pisa en miniatura, las cosas tentadas a obedecer la ley de gravedad. 

Ayer vinieron las chicas y me desconecté de todo lo demás. Son mis días favoritos.

Y sí, estoy de acuerdo my dearest, la resistencia a este tsunami fascista tiene formas diversas, cada quien encuentra el tamaño o dimensión o alcance de la suya. Y todas exigen compromiso consciente, todas, hasta las más pequeñas. También todas importan, sí.

Compré un colchón, usé el taladro para colgar unos cuadros, di una clase que salió bastante bien (o eso me pareció), corregí textos, comí dos huevos duros, leí cuentos de Ana Blandiana y releí cartas tuyas. 

Estamos de pie, Lena.