Baygón

Date chance, es posible vencer ese sentimiento de angustia por no saber qué hacer con tanto tiempo libre. Se receta constancia y compromiso. Te cuento que es de los pocos males que no padezco, soy del equipo del gran Fernando Fernán Gómez, tengo una gran habilidad para no hacer nada. Me alegra que la pala no fue para enterrar a nadie en el patio.

Pensé justamente las elecciones gringas y en que vos vivís allá y quise darte un abrazo. Esa sí que es la náusea, elecciones del país que logró convencer al mundo de que izquierda y demócratas son lo mismo. En fin, cerrá puertas y ventanas y luego sesión intensiva de entrenamiento en modo vegetativo. Pensá en las temporadas en Sardinal echada en la reposera debajo de los almendros.

Frente al apartamento hay un parque y de ahí viene, día y noche, sin parar, la columna de zompopas que está deforestando los jardines cercanos y el parque mismo. Miles de bichos rojizos, agresivos y con una misión. Su ruta se está acercando a la puerta de mi domicilio y ya me toca pensar qué voy a hacer. Desde que me fui de casa de mis tatas para vivir solo tengo una pauta con los bichos: fuera de la casa, vivan felices, en el momento en que invaden espacios techados, Baygón. Pero esta vez estamos hablando de brigadas numerosas e intimidantes. ¿Qué me aconseja, doctora?

L.