Una vez por semana llevo ropa a una lavandería aquí cerca, este trámite lo hago siempre de mañana. De camino cruzo un puente y coincido con el horario de baño y aseo de a veces uno, a veces dos maes jóvenes. No tengo que explicarte la calidad del agua del Ocloro. Baterías de carro, detergentes, plásticos, lixiviados, ratas y gatos muertos, etc. Los maes se bañan ahí pero no con ese líquido infecto, desemboca a unos metros de altura un tubo de cañería que trae aguas residuales (no aguas negras) de las casas cercanas. Esto cada semana, cuando voy a dejar la bolsa de ropa sucia y cuando, dos días después, voy a recogerla. Por la gradiente de la acera al entrar al puente con respecto a donde se bañan, es imposible que no nos veamos. A esta altura nos saludamos con gestos de cabeza y monosílabos.
Luego voy a dar clases a la universidad privada a dos cuadras del puente.
Pensaba ahora que no muy lejos de ahí debe estar la guarida de los mapaches del barrio.