acciones

El otro día vi La semilla del Higo Sagrado, una de esas pelis que estaba nominada para los Oscares, y no ganó. Posiblemente porque era buena, pero a la mitad se caía con unos giros de historia medio raros, y la actuación no era de premio. No es frecuente ver imágenes de Teherán, de su gente y sus casas y sus paisajes extensos, y es que esta película fue rodada en secreto, escondiéndose de la policía de la moral. A riesgo de ir a la cárcel y ser condenados por estupideces contra dios, en un momento político delicadísimo para Irán. Qué huevos.

Una cosa que te quise decir ayer pero estaba un poco distraída es que estás escribiendo muy bien, de seguro por estar llorando más. Creo que estás intentando cosas nuevas, historias pero no sólo a través de imágenes fijas en la memoria, si no que hay más acciones, una cosa lleva a la otra. El artículo de los Estébanes lo encontré muy cinematográfico, me imaginé todo, desde el montaje del tour Europeo, hasta tu salto del sillón al ver a tu amigo perdido en medio de una película.

El viernes iba en el bus de mi barrio a la presentación de una revista que están editando unas amigas. Es un trayecto corto en un bus que nunca va muy lleno. Detrás de mí venían dos mujeres ordinarias haciendo conversación ordinaria. Se preguntaron los nombres, una le preguntó a la otra qué hacía. Cuando fue su turno de responder, una dijo “yo lo que hago es tener hijos”. Normal. En eso se señaló la panza embarazada y dijo, “este es el número 51”. La otra mujer dijo, oh wow, mientras iba cambiando el casette mental al guión que todos los citadinos tenemos cuando nos encontramos en una situación así. “Es que empecé muy joven. Primero tuve doce al mismo tiempo” continuó. La otra mujer, ahora si entendiendo todo, pasó a responder con monosílabos. Y entonces hubo algunos intercambios confusos sobre bebés muertos y el duelo y lo difícil que es todo. Y ya para entonces la otra dijo “ok aquí está mi parada, mucha suerte!” y salió espantada como bien corresponde. Esta ciudad me encanta porque aquí hay que hacer un esfuerzo narrativo para ser la persona más loca en cualquier situación.