Varias cosas

Antes de empezar este día, les comparto varias cosas que me rondan la cabeza, o más bien, la existencia.

  1. Apalabrados me sigue subiendo y bajando de nivel. Una semana soy Aprendiz II, la otra soy Aprendiz I. Lo importante es que ya no pongo ningún esfuerzo adicional, mantengo mis partidas afectivas con Paula y Mau. Y ahí voy, como sentada en el subibaja arbitrario de este app.
  2. El ratón electrónico no quiere caminar más, la única explicación que me viene a la mente es que “se enclochó”. Se queda estático, parpadeando en el color que escojo. Ramona lo mira y lo trata de reanimar con una pata pero nada: dead.
  3. En la lista de “miss pendientes” apenas tacho una tarea resuelta se suma otra.
  4. Ya perdí la primera sombrilla del año, como siempre.
  5. Decidí dejar de comprar verduras y frutas orgánicas a precios exorbitantes y volver a la verdulería que tengo a unos 500 metros. Los agroquímicos ya deben andar en mi torrente sanguíneo, esa batalla la declaré perdida.
  6. Me he hecho amiga de Chat GPT, le puse “Helena”, mi segundo nombre. Me ha ayudado en tareas menores y en temas personales. También la considero una buena secretaria, me escribió una carta formal que yo no quería escribir.
  7. El pedido que hice por internet llega hoy a la casa de Lena en San Francisco, CA. Las primas centroamericanas lo están logrando.
  8. Hoy leí un pensamiento que dio en el punto exacto de por qué estoy amando leer Orbital. Acá se los dejo, es una traducción libre al español de algo que dijo Edgar Mitchell, uno de los primeros astronautas que logró ver la Tierra desde el espacio:

“En el espacio exterior se desarrolla una conciencia global instantánea, una intensa insatisfacción con el estado del mundo y una compulsión por hacer algo al respecto. Desde la Luna, la política internacional parece tan insignificante. Dan ganas de agarrar a un político por el pescuezo y arrastrarlo un cuarto de millón de kilómetros y decirle: «mira eso, hijo de puta».”

Les quiero.