Domingo nublado

Amaneció nublado, nada raro para un día de mayo en el Valle Central de este país tropical. Mientras escribo esto me doy cuenta de que ustedes dos están fuera del país, solo yo estoy en esta tierra de donde somos o por lo menos en la que nos conocimos, donde usualmente nos vemos o el lugar que nos liga y que podemos criticar a matar porque a fin de cuentas lo amamos. 

El punto es que hoy ningunx de ustedes dos está por acá. Para que no se pongan nostálgicos les puedo recalcar que amaneció nublado, típico domingo gris de mayo. También me puedo pasar de lista y decirles algo estúpido como que podemos dejar de ser tan críticxs de San José porque hay personas que literalmente se están cagando en las calles del centro. Pero no puedo, obviamente lo importante acá no es la mierda, aunque huela feo, la pregunta es cómo llegamos a un punto en el que hay personas que ni siquiera tienen dónde cagar en paz.

No tengo grandes planes para hoy, solo un almuerzo en la casa de mi papá que quiere celebrar con sus hijxs que hoy cumple como 52 o 53 años de no consumir alcohol. Ese tiempo es más de lo que yo he vivido en este planeta. Me debato en si ir a este almuerzo en carro o a pie, ya la lluvia lo decidirá por mí. 

Mientras tanto, esta mañana la quiero dedicar a varias pequeñas cosas. La primera, leer el periódico, el Semanario Universidad que recibo impreso a domicilio y luego preparar o más bien repasar la clase que me toca dar el próximo miércoles. También quiero revisar una notas para un texto que me pidieron sobre la menopausia. Esto último me pasa por andar hablando de ser menopáusica. Por último me toca preparar la ensalada favorita de mi papá para el almuerzo.  En mi familia siempre me piden llevar la ensalada, aparentemente es lo que cocino bien y ni siquiera sé si hacer ensaladas califica como cocinar, mucho menos la que le gusta a mi papá, que está lejísimos de ser mi favorita porque lleva mayonesa y yo no soy muy fan de la mayonesa. Tal vez intente engañarlo con yogurt natural pero a estas alturas para qué voy a tratar de cambiar los gustos de mi papá. Ya él mismo se quitó el guaro, que aparentemente le gustaba de más, y voy a venir yo a joder con que no coma mayonesa. 

Termino diciendo que eso de recibir el periódico impreso a domicilio se une a otras cosas como aun tener una línea telefónica fija, a caminar como medio de transporte y a no tener microondas ni coffee maker. En mi cerebro todos son mini actos de resistencia a acelerar la vida, mi vida. Si los miro de cerca son un reclamo porque la vida también sea tener tiempo para leer, hablar, caminar, cocinar y tener un lugar digno donde cagar en paz.