domingazo

Desde ayer estuve de cabeza en un texto que quería entregar hoy para que salga mañana en la revista que nos da bola, Samoa. Cuando me di cuenta ya había pasado la entrega de los Oscar, evento que ahora tiene mucho más sentido: lleva décadas de promover el sistema que nos tiene donde estamos. En fin, berreo pero ahí me siento frente a la tele cada edición que he podido. Te decía que cuando saqué la cabeza del texto ya había terminado la premiación que, entiendo, fue muy favorable para la película de Sean Baker que me recomendaste hace unos días. Bien por él y el equipo de la peli.

Fue una semana rara esta que pasó. Tengo la sensación muy clara pero no las palabras que corresponden a las razones. Bueno, con ese plural no calculado acabo de entender que la sensación tiene origen en varios factores. Hubo una muy buena noticia (la de la REM) el martes pero se ve que por buena y estimulante que haya sido, no cubre por completo lo otro, sea lo que sea eso otro. 

En un pasaje del texto que estuve terminando hoy llegué, por algo que contaba, a preguntarme cómo es que recordamos frases de, por ejemplo, personas queridas ya muertas pero no el sonido de su voz.