Tremendo que hayás estado enferma una cuarta parte de tu sabático. No hay cómo maquillarlo, habrá que ir a buscar amarres enterrados en macetas o así. Digo, a esta altura, echar mano a lo que sea.

Entre el párrafo anterior y este salí a fumar, ahora el parque está poblado de nuevo, alumnos, administrativos, vecinos, foráneos de paso. Hace días no salgo tarde entonces no he vuelto a ver a los mapaches, mis vecinos favoritos.

El domingo fuimos a casa de my father, cumplía 81 años. El año pasado, dándole el lugar a los números cerrados, fue un fiestón acompañado de sus once hermanos y hermanas y sus respectivos hijos, hijas, nietas, etc. Terminó todo con un bingo apoteósico –rated R– dirigido por Telle, el menor de sus hermanos, un exjuez pensionado y carismático como pocos.

Política, fascismo, lamebotas de clase media, panderetas, RChaves y secuaces, Trump y secuaces, subnormales que se creen lo de winners, empresarios dueños del mundo ahora sin intermediarios, pacifistas chupamedias, los que se creen neutrales o apolíticos, los que solo quieren entretenimiento, etc. 

Estoy tan harto de todo, Lena, que esta primera semana de clases que acaba de pasar me presenté en cada curso como “Luis Chaves, profesor, escritor, del Club Sport Herediano y de izquierda, no progre, de izquierda”. Eso dije en cada curso de la universidad privada en la que trabajo. Es una ridiculez, de fijo, pero estoy harto, frustrado y con ánimo de revancha.

En fin.